Ha pasado tiempo desde la última entrada. Lógico. Grecia ya no es noticia en los periódicos y no es por nada. El peligro del Grexit se ha alejado bastante, la situación parece estable y además llegó primero la crisis financiera de Asia y después la crisis humanitaria de los refugiados de Siria y otros países, principalmente asiáticos. Bueno, esta última no llegó en realidad, llevaba ya un mes aquí, pero ahora se hizo pública, como resultado de la política de la Unión Europea y de Alemania, que ha aceptado a muchos de ellos y ha cambiado su imagen de "no me importa lo que pasa con los vagos griegos" por la imagen de santo de "mirad cómo ayudo a los pobres refugiados que llegan del oriente". Y claro, los griegos no podemos competir con los refugiados porque, independientemente de cómo se ha usado y se usará su imagen, está claro que no solamente están la mayoría de ellos en peor situación que nosotros, los griegos, es que están en la peor situación que se pueda encontrar uno en general.
Pero, ¿eso significa que aquí vivimos momentos de gloria? Por supuesto que no. La situación económica aquí sigue igual y además, tenemos el problema de no saber por qué partido tenemos que votar en las elecciones que recientemente se han convocado. Porque sí, se han convocado elecciones en medio de esta depresión en masa que he descrito antes. Y aunque poco importa mi opinión, deberían convocarse, ya que el partido que había ganado las elecciones anteriores no cumplió con su programa electoral y perdió la mayoría en el Parlamento. Pero el problema es que ahora ya no hay alternativa. No hay ningún partido de derecha que esté en contra de la política de la extrema austeridad, hay un pequeño partido de izquierda que está en contra, pero en un clima de terrorismo económico, pues, todavía hay control de capitales y peligro de quiebra bancaria. Claro, también está el Partido Comunista, pero no parece querer gobernar (no ha hecho ningún intento de acercarse al pueblo) y está también el Amanecer Dorado, pero para los que lo puedan ver como alternativa... hay que decir que también ha dado un giro y ya no menciona tanto el tema de la austeridad sino que ha elegido volver a hablar de los inmigrantes. Le ayudan lo que está pasando en las fronteras con los refugiados, que han inundado el país y que los llama inmigración ilegal y no refugiados.
Entonces, ¿qué sentido tienen las elecciones? Prácticamente ninguno. Yo preferiría que no se votara por los partidos de siempre y que no hubiera una gran coalición de izquierda y derecha. Pero no voy a votar por ningún partido, como hago casi siempre en las elecciones. Y no puedo esperar nada más que tristeza y problemas económicos en el futuro. Eso, incluso si por alguna razón mi familia y yo estamos mejor económicamente (estuve unos días en un pueblo en agosto y me di cuenta de que no todos sufren igual), porque la desesperación se respira en el aire y eso no cambia si uno está mejor económicamente. Pero bueno, de todas formas, habrá que ver qué pasa en las elecciones.
Ya hablaré después.